Relato Oficial 30º Congreso de Cirugía de Córdoba: Lesión Quirúrgica de la Vía Biliar

Lesión Quirúrgica de la Vía Biliar
Setiembre de 2016
Dr. Daniel García Andrada - Dr. Claudio Moscone

PROLOGO

Agradecemos a la Comisión Directiva de la Asociación de Cirugía de Córdoba, en la persona de su Presidente, el Dr. Carlos Sosa Gallardo, el habernos confiado la ejecución de este Relato Oficial. Lo asumimos con una gran responsabilidad y compromiso, y al mismo tiempo como una de las mayores satisfacciones que podemos tener como Asociados, al tomarlo como un reconocimiento a la Institu-ción que nos formó y donde desarrollamos nuestra práctica quirúrgica.
La colecistectomía es una de las cirugías más frecuentes de nuestros Servicios, y el realizarla por VL presenta las ventajas ya por todos conocidas. Su nacimiento y difusión representaron un nuevo desafío para los cirujanos, que debimos rea-prender el manejo de esta patología en un contexto de dexteridad manual-visual altamente dependiente de tecnología compleja.

Pero la colecistectomía videolaparoscópica, a la par del confort de la mi-niinvasividad, presenta un riesgo inherente, que es el de la LQVB, que dispara a valores impensados la morbilidad, mortalidad, costos económicos, secuelas psi-cofísicas para el paciente y su familia, y agobios y demandas legales para el ciru-jano y las Instituciones. El contacto permanente con Colegas de otras Provincias y países nos da noticias de que de este problema no se encuentra exento ningún centro quirúrgico, aún los de máxima excelencia.
La cirugía hepatobiliopancreática atraviesa un momento de esplendor y cre-cimiento, con la incorporación de nuevas técnicas quirúrgicas y tecnologías para el diagnóstico y tratamiento que la han llevado a constituirse en una Especialidad por derecho propio, ya intuída genialmente hace décadas por Walter Hess, y que en nuestro País y Provincia cuenta con destacadas Organizaciones que nuclean a reconocidos Especialistas HPB. Para ellos están reservadas las cirugías mayores HPB, entre las cuales destacan por su complejidad y delicadeza las técnicas de reconstrucción biliar.
Pero la cirugía cotidiana, de base podría decirse, que es la colecistectomía, se practica diariamente por decenas en nuestro país, ya sea por Vía laparoscópi-ca o abierta, y en las más variadas Instituciones y condiciones, realizada por Ciru-janos Generales. Entendemos que es aquí, entonces, en los efectores de primera línea, donde deben realizarse los mayores esfuerzos para evitar esta catástrofe que es la LQVB. A ellos y a los Cirujanos en formación va dedicado este Relato, en la esperanza de simplificar enfoques diagnósticos, terapéuticos y técnicos, de una manera que permita distinguir claramente aquel paciente que podrá ser tratado con éxito por el Cirujano Primario, de aquel que deberá ser derivado al Centro Especializado. Su mejor resolución es obligadamente multidisciplinaria, lo cual supone un esfuerzo extra de las Instituciones que afrontan este desafío terapéutico. Y fundamentalmente, nos sentiremos recompensados si estas pági-nas ayudan a prevenir en alguna medida la ocurrencia de estas penosas lesiones.

Dr. García Andrada: deseo agradecer en primer lugar a mis Colegas integrantes del Servicio de Cirugía General del Hospital San Roque, donde me formé com-partiendo 35 años de sueños, proyectos y tareas asistenciales y docentes; y a mis Socios y Amigos del Servicio de Cirugía A del Sanatorio Aconcagua, Dres. Gustavo Bertarelli, Héctor Di Corpo, Luis Ferrari, Hugo A. Menoyo y Dra. Julieta Vetere, cuya dedicación y esfuerzo diarios valoro y admiro. A los Residentes de Cirugía General, estímulo permanente con su sangre joven y demandante, y que con una enorme voluntad recopilaron la casuística del Hospital, dispersa por infortunios de Archivo. A los Dres. Pekolj, Badra y Marco Di Corpo por su generosa colabo-ración bibliográfica, y a los Dres. Valenzuela y Martinessi por sus interesantes imágenes. Al Dr. Mitidieri por su atenta revisión del Capítulo de Anatomía. El Dr. Ariel Romano brindó su extensa experiencia de Cirujano Vascular. La Lic. Psicólo-ga Claudia Sciú nos esclareció sutiles aspectos de la Psicología del Error Médico. A mi hija Celeste, Arquitecta y Artista, por sus dibujos.
El agradecimiento es una obligación y un derecho del ser humano, y cuando el destinatario es el maestro, se agrega la satisfacción de quien desea reconocer públicamente a su mentor. Mi gratitud inmensa a quienes me fueron enseñando desde los primeros pasos en cirugía, y muy especialmente al Dr. Eduardo Casare-tto, maestro y amigo, ejemplo de dedicación, estudio y habilidad quirúrgica, que guió mis manos en la cirugía biliar. Además, brindó sus valiosos consejos para la elaboración de este Relato.
Agradezco a mis padres por su ejemplo de trabajo y decencia; por ellos soy Médico. A mis hermanos, que colaboraron con su esfuerzo en mis estudios. A mis hijas Celeste, Sol y Daniela, y mis nietas Cruz y Guadalupe, luz y razón de mi vida, y fuente de mil cariños y orgullo paterno. Y al final, a mi esposa Liliana, ejemplo de capacidad profesional y de valores personales, y mi amiga, compañera y amor.
Dr. Claudio Moscone: Agradezco al Dr. Sosa Gallardo y resto de la Comisión Directiva, y todos los socios, por el gesto y la confianza otorgada al convocarme para sumar experiencias desde el interior de la Provincia. Agradezco a mi gran Maestro y Guía en la formación no sólo médica sino también humana, el querido Dr. Enrique Beveraggi. A mi compañero y amigo, el Dr. Juan Pekolj, con quien hemos compartido tanto trabajo en nuestros inicios, y quien me brindó gran cantidad de material científico para este Relato. Al Dr. Eduardo de Santibañes, quien nos abrió camino y nos formó en esta especialidad, así como a toda una generación de cirujanos especialistas en la Cirugía del Hígado, Vías Biliares y Páncreas.
Agradezco a todos los colegas que ayudaron a la confección de este Relato, los Dres. Víctor Abdala, Luciano Rollan, Andrea Pagliaricci, Martin Pervieux, Edgar Liboa, Aldo Roth, Carlos Pepe, Fernanda Bersano, María Gallardo, Cinthia Akike, etc. Al Lic. Oscar Spinelli por sus aportes en la confección de las encuestas. A MagaLu por el arte de sus dibujos.
A mi Familia hermosa, Silvia, Emilia y Paula, muchas veces postergadas por algún motivo laboral, o académico, y quienes siempre me acompañan en las grandes
satisfacciones y también en las tristezas que en ocasiones tiene esta profesión.

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