RELATO OFICIAL: 31º Congreso de Cirugía de Córdoba - Asociación de Cirugía de Córdoba

RELATO OFICIAL: 31º Congreso de Cirugía de Córdoba

RELATO OFICIAL: 31º Congreso de Cirugía de Córdoba

TEMA: Trauma abdominal y de Tórax

Manejo esencial para el cirujano general

Autores:

Dr. Sebastián E. Vélez

Doctor en Medicina y Cirugía | Especialista en Cirugía General y Emergentología | MACC.MAAC. | Jefe de Guardia, Hospital Municipal de Urgencia | Profesor Asistente, Catedra de Cirugía 1, UH n° 1. FCM. UNC | Servicio de Cirugía n° 1, “Prof. Dr. Juan Martín Allende”. Hospital Nacional de Clínicas

Dr. Gustavo N. Matus

Especialista en Cirugía General y Emergentología | MACC.MAAC. | Jefe de Guardia, Hospital Municipal de Urgencias | Profesor Asistente Catedra de Cirugía 1, UH n° 3. FCM. UNC | Staff Sanatorio Mayo Privado

PRÓLOGO

Emprender esta tarea no fue fácil, por lo extenso y abarcador del tema asignado: trauma abdominal y de tórax, y mucho menos lograr orientarlo al especialista de guardia, quien debe lidiar con esta enfermedad que día tras día acumula más víctimas. Nuestro objetivo fue tratar de sintetizar los aspectos diagnósticos y terapéuticos de las situaciones más frecuentes en trauma, cotejarlas con la bibliografía, pero sobre todo ser claros y sencillos en el desarrollo de los temas.
El trauma y la violencia sigue siendo un problema mayor de salud alrededor del mundo, y en muchos países continua en crecimiento (1). Según la Organización Mundial de la Salud, cada día 16.000 personas mueren por lesiones, y por cada persona que muere, varios miles más son lesionados, muchos de ellos quedan con secuelas permanentes (2). En la Argentina ocurren 45.000 muertes anuales por trauma. De ellas, el abdomen es responsable entre un 12 y un 15% del total. En general el trauma abdominal representa el tercer lugar de las lesiones en medio urbano y la cuarta en medio rural.
Se considera una enfermedad endémica con picos epidémicos. La importancia epidemiológica se basa en que afecta principalmente a la población joven y económicamente activa, generando importantes secuelas, con una baja tasa de re-inserción laboral y escolar (3).
El trauma ha permanecido, a través de los siglos, como un aspecto esencial e importante de la cirugía. Debido a que es una enfermedad particularmente quirúrgica, los cirujanos tienen una gran responsabilidad hacia el paciente lesionado. Como enfermedad, continuará manifiesta en el futuro, aun cuando se disminuyan otras patologías quirúrgicas.
Como el trauma no tiene límites viscerales y requiere una respuesta fisiológica, el conocimiento de las destrezas de apoyo avanzado para la vida en trauma debe ser parte integral del saber de un cirujano. El tratamiento de los pacientes con heridas graves requiere un manejo rápido, certero y eficaz. Como el tiempo es crucial, un abordaje sistemático aplicado rápidamente es esencial. Este abordaje debe comprender la etapa inicial de evaluación y reanimación, el tratamiento quirúrgico y los cuidados postoperatorios (2). Cada etapa comprende técnicas de evaluación y diagnóstico, procedimientos específicos e inherentes a la patología que no son desarrollados en la mayoría de las residencias médicas, las cuales están más abocadas a la instrucción de la cirugía tradicional o compartimentalizadas en sub-especialidades. La cirugía del trauma abarca un sinnúmero de aspectos de la medicina critica, la cirugía general y sus sub-especialidades (1).

El abordaje del trauma abdominal y de tórax ha cambiado en forma importante en los últimos 20 años, principalmente por el advenimiento de nuevos métodos diagnósticos y de conductas no operatorias. Se han consolidado y establecido distintos conceptos como herramientas y practicas fundamentales en todo tratamiento de víctimas, como ejemplos: el “control de daños“, procedimiento que se emplea en pacientes en condiciones de exanguinación, “tratamiento no operatorio”, para restringir las complicaciones derivadas de una intervención de urgencia, “ecografía orientada al trauma”, definida por algunos como quinto elemento del examen físico, luego de la ineludible observación, palpación percusión y observación.

Nos anima y fortalece que la Asociación de Cirugía de Córdoba consideró que es un tema de actualidad, de vital importancia dentro de las aptitudes ineludibles del cirujano general con gran incidencia en la cirugía diaria y con impacto socio-económico.
Nuestro objetivo es difundir la mejor estrategia para el diagnóstico, tratamiento y prevención de esta dolencia. Está dirigida a toda la comunidad quirúrgica, pero sobre todo a los cirujanos que afrontan victimas de trauma, con más o menos recursos, para que puedan ofrecer a sus pacientes un tratamiento acorde a sus necesidades.
Nuestro lugar de trabajo: el Hospital Municipal de Urgencias de Córdoba (HMU)
Un poco más de 60 años han pasado desde la creación de la Sala de Cirugía de Urgencia, próxima a la Terminal de Ómnibus de la capital cordobesa, creada por un visionario, el Dr. Euclides Poletto. Cuando Córdoba comenzó a expandirse, la presencia de más habitantes, más vehículos y más trabajo, aumentó la demanda de atención de accidentes, surgiendo la necesidad de crear un nuevo centro de atención: aparece así el viejo Hospital de Urgencia en 1948 en la calle Santa Rosa 360. Pero el progreso no se detuvo y en pocos años el hospital fue insuficiente. A partir de entonces, comenzó el proyecto de edificar un nuevo nosocomio, el Hospital Municipal de Urgencia de Córdoba (Figura 1), donde actualmente se encuentra, originado de la mano del Prof. Eduardo Figueroa, mentor y primer Director, inaugurándose el 15 de octubre de 1982.Otro suceso relevante fue la creación de la Residencia de 2° nivel en Emergentología en 1994 desde donde actualmente se nutre para ocupar vacantes en el departamento de Cirugía: el Hospital capacita y entrena sus propios médicos (4).
El Hospital de Urgencias ha estado constantemente en la vanguardia de la cirugía de emergencias, realizando numerosos eventos científicos de la especialidad y participando en muchos otros, tanto nacionales como extranjeros. Este esfuerzo y dedicación fue distinguido en 1996 con el Relato Oficial sobre Trauma Abdominal en las sesiones del Congreso Argentino de Cirugía, siendo sus relatores Eduardo Casaretto y Francisco Florez Nicolini. Años más tarde en 2005, en el mismo marco, Rolando B. Montenegro junto con Sergio Alejandre, de Buenos Aires, expusieron el tema Manejo Conservador del Traumatismo de Abdomen y hoy, 12 años después, compartimos este honor en el 31° Congreso de Cirugía de Córdoba.

 

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